sábado, 28 de marzo de 2015

COMPROMISO



     Seis años hace que escribí este pequeño relato como ejercicio para el taller de escritura. En esta ocasión, nos pidieron elaborarlo a partir de alguna de las fotografías que formaban parte de la exposición de Alberto Bernal (www.produccionesbernal.es), quien amablemente me ha cedido el uso de esta que ilustra mi post y que lleva por título "Compromiso", nombre que aproveché para el título del relato. Espero que os guste y divierta. 


   Mirad, mirad bien la fotografía, porque estoy completamente seguro que no la habéis sabido interpretar bien, y donde vosotros veis ternura en realidad cuenta el epílogo de una historia trágica, es la siguiente:

     Habían transcurrido ya varios siglos desde que el pueblo de los pequeños rosalinos había quedado sometido por el de los gigantes grisalaceos. Durante todo ese tiempo los rosalinos habían tenido que sufrir toda una serie de abusos indescriptibles. Eran muy pocos los miembros de este pueblo noble y fiel, que deseaba vivir en armonía con el resto de la naturaleza, los que se habían atrevido a luchar contra los bárbaros gigantes, que no pensaban más que en su propio provecho, contaminándolo todo y sin pensar en el futuro de las posteriores generaciones, sin embargo, en los rosalinos existía el COMPROMISO de que no desistirían y alguna vez les vencerían para restablecer la paz con todos los pueblos de su mundo y un equilibrio con el cosmos. 

     Poco tiempo después, supieron que ese día no tardaría en llegar puesto que una noche divisaron una extraña estrella en el firmamento que su gurú interpretó como la señal del nacimiento de su libertador. Y efectivamente, así sucedió. Casi dos meses después de aquel insólito suceso, el pequeño rosalino David, apunto de alcanzar su mayoría de edad, puesto que ya contaba con 42 días, decidió que había llegado el momento de liberar a su pueblo de la tiranía de los grisalaceos, encabezados por su temible y atroz caudillo Goliat, por lo que le lanzó un reto (David siempre estaba lanzando cosas) que consistía en un enfrentamiento entre ambos, como y cuando Goliat quisiese, a condición de que si él ganaba, el tirano y sus hombres de confianza abandonarían su tierra, permitiendo al resto de su pueblo quedarse, siempre y cuando respetasen las normas que todos los demás pueblos se habían comprometido a respetar. Goliat, que era muy bravucón aceptó y dejó a David que eligiese el sistema de lucha, siempre y cuando no se tratase de una onda. David no entendió el porqué de esa restricción pero vio en ello un cierto punto de inseguridad en Goliat. Finalmente el reto consistió en una serie de pulsos al mejor de cinco. La fotografía muestra el último de ellos.

domingo, 15 de marzo de 2015

TODOS MUERTOS (Chester Himes)


TÍTULO: Todos muertos
AUTOR: Chester Himes
EDITORIAL: Random House Mondadori
AÑO: 1960
+ INFO: Chester Himes fue un escritor afroamericano que comenzó a escribir en la cárcel, donde penó por un atraco a mano armada. Ser gran conocedor de los ambientes marginales le sirvió para trasladarlos a sus novelas de serie negra, donde trata frecuentemente el problema racial en EE.UU. Sus personajes más populares son los protagonistas de esta novela, Sepulturero Jones y Ataúd Ed Johnson, así como de varias más entre las que destacan "El gran sueño de oro" o "Algodón en Harlem" entre otras. Vivió durante una larga temporada en España, en la provincia de Alicante, donde murió y fue enterrado. 


    

     Si en al anterior post hablábamos de novela negra, en concreto del libro de P.D. James sobre el género, en el que entre otras cosas nos contaba la diferencia entre los estilos británico y norteamericano, en esta ocasión vamos a volver a hacerlo con un ejemplo concreto, con este "Todos muertos" de Chester Himes, autor del que hasta ahora no había leído nada.

     La novela responde muy bien a esas características propias del género negro en los EE.UU., novelas en las que se va siempre al grano, al caso en concreto, a descubrir quién es el asesino y por qué dejando bastante de lado, por ejemplo, conocer en profundidad al detective o policías que investigarán el crimen, aunque por supuesto siempre tiene que haber un mínimo conocimiento. En el caso de esta novela, está protagonizada por dos detectives negros en el Harlem neoyorquino de los años 60 del pasado siglo, Grave Digger Jones y Coffin Ed Johnson, apodados respectivamente con los amables sobrenombres de "sepulturero" y "ataud", nombres que ya nos indican que nos vamos a encontrar con dos tipos muy duros, de esos polis, que aunque honestos, son capaces de saltarse la ley todas las veces que haga falta para resolver los casos y atrapar a los delincuentes.

     En ese Harlem, que como dice la contraportada de la edición publicada por "El País", la gente no tiene mucho que perder y donde es fácil morir, es donde nuestros protagonistas se van a enfrentar a estafadores, ladrones, políticos corruptos y que estarán acompañados de prostitutas, homosexuales y transexuales, algo complicado para la época de la que hablamos.

     La trama de la novela nos cuenta como un hombre, disfrazado de vieja, muere de madrugada después de ser atropellado doblemente por un par de vehículos ante un único testigo, un ladronzuelo que estaba robando una rueda de un coche y que rápidamente huye de la escena del crimen sin decir esta boca es mía. El atropello, no obstante, esconde algo extraño que aquí no voy a desvelar, pero que resultará importante en la historia. Prácticamente a la vez, en otra parte del peligroso barrio neoyorquino, otros dos hombres mueren asesinados durante un atraco a un famoso político de la zona. El atraco y las muertes se producen delante de un bar frecuentado por homosexuales, sin embargo, cuando acuden allí nuestros duros detectives Sepulturero Jones y Ataúd Johnson, nadie parece haber visto nada. Utilizando sus poco apropiados métodos, acabarán obteniendo una importante información, muy especialmente una que no esperaban y que les pone en guardia ante la conexión de ese caso con el atropello del hombre vestido de vieja.

     Himes nos expone magníficamente en esta novela lo difícil que es la vida en ese ghetto que era Harlem y lo hace conjugando dos aspectos que parecen difícil de conjugar, la crudeza y el humor, porque sí, esta novela está cargada también de humor, pero de humor negro, como bien se puede ver en las salvajes formas en las que mueren algunos de los personajes. A mí me ha llamado especialmente la atención el caso de un motorista que muere decapitado por una plancha metálica que se cae de un camión en marcha y sale volando rebanándole el cuello, lo cual no impide que durante unos cuantos metros siga conduciendo la moto a toda velocidad.

     Concluyo diciendo que la novela es un tanto difícil de leer, en el sentido de que hay que estar muy atento, porque si te escapa algo, en esos momentos tontos que tenemos todos los lectores en el que seguirmos con la vista las líneas pero no sabemos ni que nos están contando, te perderás y no vas a disfrutar el libro todo lo que debieras, como tal vez me haya ocurrido a mí.


jueves, 5 de marzo de 2015

TODO LO QUE SÉ SOBRE NOVELA NEGRA (P. D. James)


TÍTULO: Todo lo que sé sobre novela negra
AUTORA: P. D. James
EDITORIAL: Ediciones B
AÑO: 2010
+ INFO: Phyllips Dorothy James, más conocida como P. D. James, pasa por ser una de las escritoras de novela detectivesca más reconocidas del Reino Unido, gracias en parte a su más famoso personaje, el detective Adams Dalgliesh, protagonista en 14 novelas de la autora, entre las que destacan "Un impulso criminal" (1963) o "Muertes poco naturales" (1967). El título de esta obra ha causado alguna decepción por su traducción, puesto que el original en inglés es "Talking about detective fiction" sirviendo de polémica por la ya clásica discrepancia entre lo que es novela negra y novela policiaca o detectivesca. James ha fallecido recientemente a los 94 años de edad.


     En este ensayo escrito por encargo, la famosa escritora británica hace un análisis del género y de su historia. No es por tanto un manual de cómo escribir este tipo de novelas o cómo lo hace ella, aunque evidentemente, en un capítulo indica que para contar la historia es fundamental tener muy claro el contexto, un punto de vista y los personajes que van a intervenir. James hará alguna alusión a algún momento que le sirvió a ella de inspiración.

     En esta obra P. D. James nos habla de los orígenes del género en la literatura inglesa y lo compara con lo que sucede en la novela negra norteamericana. Igualmente nos habla de algunos de los autores más importantes como Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes, para el que se inspiró en Joseph Bell, un reputado cirujano de Edimburgo, o del Padre Brown, el personaje de G. K. Chesterton en varias novelas como "El candor del padre Brown". También le dedicará un capítulo a las más famosas autoras de este género en la llamada época dorada de la novela negra, es decir, el período de entreguerras. Son Agatha Christie, de la que da a entender que sus novelas seguían siempre un patrón similar en cuanto a ambiente y tipo de personajes y que creaba sus obras como una especie de juego en el que todos los personajes pueden acabar siendo el asesino para lo que establece trampas al lector, es decir, que a la creadora de Miss Marple y Hercule Poirot por encima de la calidad literaria o de contar una historia en sí lo que le preocupaba era el entretenimiento de sus lectores en ese juego, se trataba por tanto de tratar de averiguar quién era el malo. Otras de las autoras que nos cita en esta época dorada son Dorothy L. Sayers, Margery Allingham y Ngaio Marsh, todas absolutamente desconocidas para el que esto escribe (tal vez Sayers me suene de algo, aunque no sé muy bien de qué).

     En este libro, del que sinceramente me esperaba bastante más, aunque no por ello se puede dejar de indicar que también se pueden aprender muchas cosas y obtener referencias de lectura, también vas a poder encontrar curiosidades acerca de la vida de algunos de los autores más famosos, como es el caso de Dashiell Hammett, autor, entre otras, de "El halcón maltés" personaje al que todos sin duda le ponemos la cara de Humprhey Bogart, que se dió a la "mala vida" en cuanto obtuvo su primer gran éxito o frases interesantes de análisis del género detectivesco, como la de la propia Dorothy L. Sayers cuando decía: "No alcanza -y en teoría no podrá alcanzar nunca- el nivel más excelso en cuanto a literatura. Aunque trata sobre las más desmedidas consecuencias de la ira, la envidia y la venganza, rara vez llega a las alturas o las profundidades de la pasión humana. Se limita a presentarnos un hecho consumado y contempla la muerte y la mutilación con mirada desapasionada. No nos muestra el funcionamiento interno de la mente del asesino; y no debe hacerlo, pues la identidad del mismo permanece oculta hasta el final del libro" o esa otra de Evelyn Waugh que cuando le preguntaban por qué nunca describía lo que pensaban sus personajes respondía que no lo sabía, que él solo sabía lo que decían y hacían, ya que los detectives de la novela negra estadounidense no son introspectivos; la historia se narra a través de la acción y los diálogos".