sábado, 27 de abril de 2013

SESENTA KILOS (Ramón Palomar)


TÍTULO: Sesenta kilos
AUTOR: Ramón Palomar
EDITORIAL: Grijalbo
AÑO: 2013
+ INFO: 1ª novela del autor



"Un tipo al que le levantan sesenta kilos de farla original no se queda quieto aunque sólo sea por mantener su prestigio de viejo zar. Un menda que maneja esas cantidades de farlopa tiene que ser un malo de cojones para sobrevivir en ese zafarrancho continuo de funambulismo ilegal"

  He querido seleccionar esta frase que aparece en un momento de la novela porque en ella refleja buena parte del argumento  de la historia que nos trae hasta aquí, una historia cargada de violencia, una historia que nos acerca al mundo de las drogas, de la prostitución, del sadomasoquismo, de la venganza...

     En "Sesenta kilos", Ramón Palomar nos cuenta la historia de una traición, la perpetrada por Charli hacia su jefe, Anselmo Antúnez Cabrera, alias Frigorías, traficante de drogas entre otros muchos quehaceres. Un buen día Charli decide liarse la manta a la cabeza y largarse con uno de los alijos que tenía que transportar junto al Nene desde Oporto a Valencia para Frigorías, dejando a su compañero en la portuaria ciudad portuguesa. A partir de aquí comenzará la búsqueda de la droga en la que estarán embarcados el propio Nene, otro conocido de Don Anselmo, Mauro "Tiburón" y el clan gitano del "Marqués" representado por sus nietos Yeyo y Arturito. A partir de esta argumentación nos adentramos en la vida de estos personajes, en los amores entre Mauro y Amapola, una mujer de bandera que acaba en el mundo de la prostitución, en los de Charli y Susana, una pija profe de inglés a la que le va el sadomaso y otras muchas que tendréis que descubrir.

     Además de la historia en sí, lo que más me ha gustado de esta primera novela de Ramón Palomar, periodista y locutor de radio, es la rotunda claridad con la que cuenta las cosas, sin cortarse un pelo, con descaro, de forma salvaje como podemos ver en estas frases que he seleccionado (aunque podrían ser muchas más):


     "[...] se preparó una raya kilométrica empleando pausada liturgia de misa católica. Picó la farla hasta convertirla en divino polvo celestial. La estiró simétricamente. Elaboró un turulo perfecto. Esnifó con respeto de místico [...]".

     "[...] se levantaba, acudía al instituto, daba las últimas clases de aquel curso con el piloto automático enchufado y regresaba a la cueva de las perversiones dispuesta a otro asalto [...] y en cuanto recuperaban las energías se encerraban en la habitación del placer y el lamento porque se estaban descubriendo y porque también descubrían sus límites. Aquello representó una maratón de sangre, sudor, orgasmos infinitos y percepciones únicas".

     "[...] Se metió otra rayita y se bebió a palo seco un trago de güisqui. Como ya iba cargado, y no había comido porque la coca quitaba el hambre, esa dosis extra de farla y alcohol ejerció de detonante y toda la dinamita que atesoraba estalló. Agarró el almohadón del camastro [...], lo colocó sobre la cabeza rubia para amortiguar el ruido, sacó la Astra automática y disparó dos veces. Bang, bang. La cabeza [...] rebotó contra el colchón y luego se agrietó como una nuez. Restos de masa encefálica, pardos y espesos, salieron despedidos y se estrellaron contra el cristal de la ventana".


     Palomar no ha pretendido ser en ningún momento lo que se dice políticamente correcto como podréis observar cuando habla del clan gitano que se gana la vida con la venta de droga o una pareja de sudamericanos (payoponis los llama él), que no dejan de magrearse y llamarse "mi amol" sea cual sea la situación, hasta el punto de rozar la comidicidad, la caricaturización y no me extrañaría que alguien pudiese considerar xenofobia, aunque yo me quiero quedar con que es literatura y nada más.

     Por todo lo dicho hasta ahora, como os podréis imaginar no puedo por menos que recomendar esta novela que sin duda alguna y ya que trata el tema "engancha". Sin duda alguna a partir de hoy voy a tener muy en cuenta el nombre de Ramón Palomar para mis lecturas y ya estoy esperando el momento de que llegue una segunda novela.

sábado, 20 de abril de 2013

SNOOKER PARA NO INICIADOS


  Pues por fin llegó el día, por fin comienza el Campeonato del Mundo de Snooker, último torneo de la temporada, y es por eso que considero una gran ocasión para publicar un post sobre este deporte (como ya amenacé en el primer post de este blog), que desde hace 2 años me apasiona verlo (tal vez algún día intentaré ponerlo en práctica).

     De sobra sé que es un deporte bastante desconocido en España, aunque seguro que mis seguidores de Twitter y Facebook ya habrán oído hablar de él y comprobar mi entusiasmo.

     ¿Pero en qué consiste esto del snooker? Para explicarlo no quiero utilizar ningún tipo de definición más o menos profesional, sino decirlo de una forma lo más sencilla posible para que los que todavía no hayan disfrutado de este deporte, para los no iniciados, puedan comprenderlo fácilmente.

     El snooker es un juego de billar, que de alguna manera, y esto con mucho cuidado, sería una mezcla de billar americano (el más conocido por todos), puesto que se trata de acabar con las bolas en las troneras, con el billar artísitico, en el que se busca jugar con las bandas.

     En una partida snooker (de la versión más habitual) nos vamos a encontrar con tres tipos de bolas, la blanca o cue ball, que es la que el jugador "golpea", 15 bolas rojas, cada una de las cuales valen 1 punto, y otras 6 bolas de color: amarilla, verde, marrón, azul, rosa y negra, que respectivamente valen 2, 3, 4, 5, 6 y 7 puntos.

     Los jugadores, una vez que entran en juego, tendrían que tratar de embocar alternativamente una bola roja y una de color (a las rojas no se les llama de color), para conseguir la máxima puntuación posible (aunque también se puede puntuar mediante faltas del rival). Las bolas rojas no se reponen a la mesa una vez embocadas, pero las de color sí hasta que se acaben las rojas. Una vez acabadas estas, tendrán que embocar el juego de color de menor a mayor valor. 

     Cuando un jugador falla en su objetivo de embocar pierde el turno y entra el adversario, y es por ello, que cuando el primero considera que no va a poder embocar trate de jugar defensivamente, es decir poniéndoselo a su contricante lo más difícil que pueda o sepa.

     Un encuentro de snooker consta de diferentes partidas o mangas, llamadas "frames". Ganará el jugador que más frames consiga, pero teniendo en cuenta que no hay tiempo, sino que de antemano se sabe el número de partidas que tiene que lograr, pudiendo variar desde 4 (sobre 7 posibles) en los torneos menores, hasta 18 (sobre 35 posibles) en la final del campeonato del mundo, que se juega en 2 días.

     Cuando alguien ve por primera vez un partido de snooker, les llama mucho la atención, a parte que los jugadores juegan de camisa, chaleco y pajarita, el hecho de que además del taco habitual, existen otros accesorios como alargadores del taco de diferente tamaño o elementos que le permiten el mejor golpeo de la bola (ya que la mesa es bastante más grande de las habituales que todos hemos podido ver siempre) como son el rex, el spider y otros, pero eso queda para otro día, y es que este deporte no es nada sencillo, porque consta de muchas reglas, que hay que ir entendiendo poco a poco.

     El snooker tradicionalmente ha estado dominado por británicos (ingleses, galeses y escoceses), destacando también algunos irlandeses, tanto del norte como del sur, hasta el punto que en la actualidad 14 de los 16 primeros del ranking mundial pertenecen a "las islas", colándose sólo entre ellos un australiano y un chino. Últimamente el snooker está teniendo mucho auge en Asia, especialmente en China, y en menor medida en Tailandia e India.

     Habría muchas cosas por las que podría decir que este deporte me gusta, una de ellas es la exquisita deportividad de jugadores y público; de jugadores porque son los primeros que si comenten una falta que el árbitro no ha visto, se lo dicen y, si los jueces deciden algo con lo que no están de acuerdo lo hablan tranquilamente, aceptando finalmente la decisión arbitral al que no le importa rectificar si es él el equivocado,  y en cuanto al público, porque son aficionados al deporte y no a jugadores concretos (aunque pueda haber uno que cause mayor simpatía o  guste más su juego), buscando un buen espectáculo aunque sea ese favorito el que pierda.

     Otra cuestión que me gusta es la meticulosidad de los jugadores, hasta el punto que yo hago una cierta comparación con el ajedrez, en el sentido de lo calculado que está cada golpeo, cada jugada, tratándose de adelantar en el tiempo a la siguiente.

     Por último, porque este post ya está quedando un poco largo, y no se trata de (ni se puede) explicarlo todo aquí, y antes de poner un vídeo, es comentar los dos tipos de juego principales, el de ataque, es decir, a embocar bolas, y el de defensa, como explicaba líneas más arriba, ambos muy divertidos, porque sí, también es muy divertido ver las "jugarretas" que se plantean entre los jugadores aunque no se emboquen las bolas. En ataque comentar que cada entrada o break (es decir los puntos que consigue sin perder el turno) en el que un jugador consigue 100 o más puntos es celebrado y es una estadística positiva en su carrera como lo puede ser para un futbolista el número de goles marcados, y mucho más cuando se consigue un 147 o break máximo, consistente en combinar las quince rojas siempre con la negra y finalizar con el juego de color.

     Os dejo un video de un break máximo, el último en un torneo profesional, conseguido por el chino Ding Junhui, para ver si os animáis a seguir este deporte que en España se puede ver por Eurosport.








jueves, 11 de abril de 2013

SABINA O ENRIQUE URQUIJO


     Este post tiene como origen una duda, una duda que en algún momento la he llegado a calificar casi de duda existencial, os cuento:

     A estas alturas sobra decir que me gusta escribir, si no, este blog casi no tendría sentido. En las últimas semanas he tenido a bien escribir para participar en un par de concursos, que están a falta de resolución, concretamente uno de relato corto y otro de micro-relatos (no, no son lo mismo, la diferencia está en el tamaño, que en este caso sí importa; en el primer caso suelen tener una extensión de varios folios, rara vez pasa de 10, el segundo se suele contar por palabras, si además el número de estas es mínimo alguna vez se denomina relatos hiperbreves) y metido ya en esta vorágine encontré otro concurso muy interesante, pero que estaba a punto de agotarse el plazo de presentación.


     Se trata del lanzado por la joven editorial "Universo" que buscaba relatos de entre 4 a 6 páginas sin final o con un final abierto. El premio, la publicación de una novela corta, que habría que escribir en poco más de tres meses, a partir de ese relato con las aportaciones de los lectores votantes y la colaboración profesional de los editores. Me acordé de algo que llevo un tiempo escribiendo, una novela corta que empecé a preparar para un concurso que se ha comido (supongo) la crisis, y que por ahora está aproximadamente por la mitad, y pensé, sin embargo, que tal vez el primer capítulo podía entrar en ese margen de los 6 folios (con la pequeña trampa de jugar con los márgenes). Sin embargo había algo en mí que me contrariaba, por un lado me apetecía intentarlo, pues lo consideraba una buena oportunidad en caso de ser seleccionado (siempre tienes que tener una pequeña esperanza de ganar cuando te presentas a un concurso), pero por otro me resultaba fastidioso la posibilidad de tener que abandonar el resto de lo escrito ¡qué dilema!


     Debía intentarlo, al fin y al cabo lo normal era no ser seleccionado ya que había casi 90 relatos enviados, y mi proyecto podría seguir por mis derroteros (de antemano ya comento que finalmente no lo envié, porque tras una mejor lectura de las normas estas establecían que el relato debía englobar prácticamente toda la historia y no podía ser un capítulo 1 como yo tenía).


     Y ahora es cuando os estaréis preguntando que qué coño tiene que ver todo esto con Sabina y Enrique Urquijo, bien, pues es lo siguiente: en medio de mis divagaciones, de si sí o si no, de si ganase, de si....pensé (la de veces que he pensado, buff) estaría bien poder escribir dos novelas cortas con un único principio y en eso que me acordé de una canción, o mejor dicho de dos canciones, dos canciones que nacieron cuando dos genios de la música española se unieron para crear una sola canción. Evidentemente hablo de Joaquín Sabina y de Enrique Urquijo, voz principal (hasta que falleció) de Los Secretos.


     El intento fracasó, afortunadamente. ¿Por qué digo afortunadamente?, pues simplemente porque el no entendimiento nos legó dos maravillosas canciones, "Y nos dieron las diez", de Sabina, y, "Ojos de gata", de Los Secretos, que comienzan con los mismos versos y mantienen alguna que otra similitud, como es el hecho de tratar una historia de un amor de una noche, de alguna manera exitoso, en el caso de Sabina, y fracasado en el de Urquijo.


     Aquí os dejo los vídeos y letras de ambas. No sé con cuál os quedáis, yo no puedo elegir, me encantan las dos. Me gusta la letra un tanto sinvergüenza y divertida de Sabina y lo hace igualmente la letra más melancólica de Urquijo. Me gusta la historia cantada por Joaquín, con su habitual estilo de una letra larguísima y también lo hacen los escasos versos de Enrique. Me gusta la melodía fiestera de Sabina que te invita a cantar (o lo que sea eso que haces cuando llevas dos o tres copas) y también lo hace la tristeza que te invita a poner esa canción en ciertos momentos de la canción de Urquijo.



Y NOS DIERON LAS DIEZ...





Fue en un pueblo con mar
una noche después de un concierto;
tú reinabas detrás
de la barra del único bar que vimos abierto

-"cántame una canción
al oido y te pongo un cubata"-
-"con una condición:
que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata"- 

loco por conocer
los secretos de su dormitorio 
esa noche canté
al piano del amanecer todo mi repertorio.

los clientes del bar
uno a uno se fueron marchando,
tú saliste a cerrar,
yo me dije:
"cuidado, chaval, te estas enamorando",

luego todo pasó
de repente, su dedo en mi espalda
dibujo un corazón
y mi mano le correspondió debajo de tu falda;

caminito al hostal
nos besamos en cada farola,
era un pueblo con mar,
yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola...

y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres 
y desnudos al amanecer nos encontró la luna.

nos dijimos adios,
ojalá que volvamos a vernos
el verano acabó
el otoño duró lo que tarda en llegar el invierno,

y a tu pueblo el azar
otra vez el verano siguiente
me llevó, y al final
del concierto me puse a buscar tu cara entre la gente,
y no halle quien de ti
me dijera ni media palabra,
parecia como si
me quisiera gastar el destino una broma macabra.

no había nadie detrás
de la barra del otro verano.
y en lugar de tu bar
me encontré una sucursal del banco hispano americano,

tu memoria vengué
a pedradas contra los cristales,
-"se que no lo soñé"-
protestaba mientras me esposaban los municipales

en mi declaración
alegué que llevaba tres copas
y empecé esta canción
en el cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa

y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y desnudos al amanecer nos encontró la luna.


OJOS DE GATA





Fue en un pueblo con mar 
una noche después de un concierto 
tú reinabas detrás 
de la barra del único bar que vimos abierto. 

Cántame una canción al oído 
te sirvo y no pagas 
sólo canto si tú me demuestras 
que es verde la luz de tus ojos de gata. 

Loco porque me diera 
la llave de su dormitorio 
esa noche canté 
al piano del amanecer todo mi repertorio. 

Con el "Quiero beber" 
el alcohol me acunó entre sus mantas 
y soñé con sus ojos de gata 
pero no recordé que de mí algo esperaba. 

Desperté con resaca y busqué 
pero allí ya no estaba 
me dijeron que se mosqueó 
porque me emborraché y la usé como almohada. 

Comentó por ahí 
que yo era un chaval ordinario 
pero cómo explicar 
que me vuelvo vulgar 
al bajarme de cada escenario. 

Pero cómo explicar 
que me vuelvo vulgar 
al bajarme de cada escenario.



jueves, 4 de abril de 2013

LÁGRIMAS EN LA LLUVIA (Rosa Montero)


TÍTULO: Lágrimas en la lluvia
AUTORA: Rosa Montero
AÑO: 2011
EDITORIAL: Seix Barral
+ INFO: Penúltima novela de la autora, autora entre otras de "Crónica del desamor" (1979), "El corazón del tártaro" (2001). Su última novela es "La ridícula idea de no volver a verte" (2013).
   








     La acción se desarrolla en el año 2109 en Madrid, pero en un Madrid que ahora forma parte de una entidad geopolítica como son los Estados Unidos de la Tierra, el más conocido de los mundos habitados por humanos, pero no el único ya que también existen el Reino de Labari y el Estado Democrático del Cosmos, estructuras artificiales que mantienen órbitas fijas respecto a la Tierra (también existen otros planetas habitados por otros seres vivos como el planeta Gnio).


     El personaje principal es Bruna Husky, detective no humana, en concreto tecnohumana o como son más conocidos estos, replicante o rep, quien debe investigar la creciente ola de muertes de replicantes en lo que parece una clara conspiración. Los replicantes enloquecen y además de autodestruirse tratan de matar, ya sea directamente a alguien o provocando auténticas masacres terroristas. Al mismo tiempo, una mano anónima transforma el archivo central de documentación de la Tierra para modificar la Historia de la Humanidad. Bruna tratará de descubrir la verdad, entre sospechas de traición por todas partes. 

     Catalogada como de ciencia ficción, esta novela no deja de ser un libro futurista que también habla del presente, una historia más de corte detectivesco-policial, en la que a la vez se tratan temas sociales como el racismo y la xenofobia (hacia los replicantes, que son seres creados a imagen y semejanza del hombre para que efectúen trabajo esclavo en el espacio), y el tráfico de drogas, de problemas medioambientales como el del cambio climático, políticos, como el de la ambición por el poder y por el control del planeta, e incluso amorosos en lo que se refiere a los sentimientos de los protagonistas. 

      La novela es de ágil lectura, contando con muchos diálogos, y sin ser brillante, una novela de esas que te marca para siempre, me parece interesante su lectura, por lo que la recomiendo. En ella, además del personaje de Bruna Husky, te encontrarás con algunos otros como el jefe de policía Paul Lizard, el archivero Yiannis Liberopopoulos, el memorista Pablo Nopal, la líder del MRR Myriam Chi, la mujer anuncio Roy Roy, Maio, un extraterrestre omaá e incluso Bartolo, una especie de mascota animal parecida a un tragón llamada bubu. 

     El título de la novela (aunque en realidad hay muchas más coincidencias que el título) hace referencia a una de las más célebres frases de la famosa película de ciencia ficción "Blade runner" cuando un replicante decía (algo) así: "He visto cosas que vosotros no creeríais, atacar naves en llamas más allá de Orión, he visto rayos D brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser; todos  esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir". 



     Conocí esta novela y a esta autora (más allá de su fama periodística) debido a mi participación en el club de lectura en la nube "Nube de lágrimas" organizado por el Centro de Desarrollo Sociocultural de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca). http://www.territorioebook.net/recursos/Cartel_CLN_nubelagrimas.pdf Al haber participado previamente en otro programa similar, el proyecto Territorio eBook, formé parte del llamado grupo de control, un grupo más independiente por considerarlo que ya estábamos relativamente "formados" para los objetivos del programa, y que básicamente consistía en la lectura de la novela a través de la plataforma Readmill, utilizando como dispositivo de lectura un Ipad, y comentar los aspectos que considerase con el resto de miembros del grupo a través de Facebook. Aunque siempre me gusta participar en este tipo de proyectos, debo de reconocer que me gustó más la participación en el anterior programa, en el que leímos "Niños feroces" de Lorenzo Silva, también con un Ipad, pero comentando el libro a través de Twitter, ya que la participación fue mayor y tuvimos un seguimiento coordinado de la lectura, con propuestas divertidas poco frecuentes en la lectura de una novela, que ya de antemano estaba (como esta también) enriquecida, es decir con enlaces web. Aquí os dejo el enlace del blog de aquel progrma http://unlugarenlanube.fundaciongsr.com/blog.php