AUTOR: Emilio de Miguel Martínez
EDITORIAL: Visor Libros
AÑO: 2008
+ INFO: Catedrático de Literatura de la Universidad de Salamanca. Dispone también de dos artículos en la obra "Palabras, norma, discurso" en homenaje a Fernando Lázaro Carreter, dedicados a Sabina con los títulos: "Sabina. Letra inspirada I y II".
¡Qué interesante es lo que ha escrito el cabrón ese de Salamanca! dice en una entrevista Emilio de Miguel que dijo Joaquín Sabina de su texto cuando el jienense lo leyó en menos de 24 horas, estando de acuerdo al 99,5% con lo escrito por este Catedrático de Literatura de la Universidad de Salamanca.
En esta mi primera reseña literaria que no aborda una novela os vais a poder encontrar un análisis de la obra musical de Sabina a partir de sus letras, letras que como todo el mundo que ha escuchado y disfruta del cantante de Úbeda, suelen ser descritas, entre otros muchos adjetivos, como sorprendentes, inteligentes y, a veces, complicadas. El libro, escrito como dice el autor a modo de concierto, está basado principalmente en el disco "19 días y 500 noches", del que considera es el más maduro, completo y comprometido (lo cual no pongo en duda, aunque siempre me quedaré con Física o Química, como mi disco favorito), si bien en uno u otro momento se nombran más de 150 canciones, dejándonos para los bises temas como "Ruido", "Más de cien mentiras" e "Y nos dieron las diez..."
De Miguel realiza el análisis organizando las canciones por temas, reagrupándolos en las principales tendencias de Sabina, así nos encontramos con capítulos titulados como "Caídos, marginados y otros próximos" siendo la canción referente "Barbi Superstar"; "Suspiros de España" con "De purísima y oro"; "El oficio de cantor" con "Cerrado por derribo" o aspectos biográficos del autor a partir de "Ahora que" y "A mis cuarenta y diez". A partir de cada canción, De Miguel encuentra una excusa para hablar de como Sabina trata ese tema en otras de sus composiciones.
Emilio de Miguel no utiliza mucho en el análisis de las mismas los formalismos del análisis de la poesía, no obstante, siendo catedrático de literatura como es, no huye tampoco de él cuando lo considera necesario, algo que también se agradece y enriquece, como tampoco duda en comparar ciertos versos sabinianos, como a él le gusta decir, con los de otros grandes de la literatura como Lorca o Neruda, o aportando posibles recuerdos o inspiraciones en películas, etc.
Para cerrar este post, no debemos olvidarnos que el libro está prologado a modo de telonero por Quequé, el famoso monologuista y presentador salmantino, gran admirador de Sabina, como cuenta en la anécdota que abre el libro.
Un libro, en definitiva, muy interesante para todos aquellos que ya gustan de Joaquín Sabina, pero también para aquellos otros, que teniendo pequeñas reminiscencias de la producción del jienense se puedan animar a descubrir más en serio a este trovador del siglo XX (y XXI).