TÍTULO: Todo lo que sé sobre novela negra
AUTORA: P. D. James
EDITORIAL: Ediciones B
AÑO: 2010
+ INFO: Phyllips Dorothy James, más conocida como P. D. James, pasa por ser una de las escritoras de novela detectivesca más reconocidas del Reino Unido, gracias en parte a su más famoso personaje, el detective Adams Dalgliesh, protagonista en 14 novelas de la autora, entre las que destacan "Un impulso criminal" (1963) o "Muertes poco naturales" (1967). El título de esta obra ha causado alguna decepción por su traducción, puesto que el original en inglés es "Talking about detective fiction" sirviendo de polémica por la ya clásica discrepancia entre lo que es novela negra y novela policiaca o detectivesca. James ha fallecido recientemente a los 94 años de edad.
En este ensayo escrito por encargo, la famosa escritora británica hace un análisis del género y de su historia. No es por tanto un manual de cómo escribir este tipo de novelas o cómo lo hace ella, aunque evidentemente, en un capítulo indica que para contar la historia es fundamental tener muy claro el contexto, un punto de vista y los personajes que van a intervenir. James hará alguna alusión a algún momento que le sirvió a ella de inspiración.
En esta obra P. D. James nos habla de los orígenes del género en la literatura inglesa y lo compara con lo que sucede en la novela negra norteamericana. Igualmente nos habla de algunos de los autores más importantes como Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes, para el que se inspiró en Joseph Bell, un reputado cirujano de Edimburgo, o del Padre Brown, el personaje de G. K. Chesterton en varias novelas como "El candor del padre Brown". También le dedicará un capítulo a las más famosas autoras de este género en la llamada época dorada de la novela negra, es decir, el período de entreguerras. Son Agatha Christie, de la que da a entender que sus novelas seguían siempre un patrón similar en cuanto a ambiente y tipo de personajes y que creaba sus obras como una especie de juego en el que todos los personajes pueden acabar siendo el asesino para lo que establece trampas al lector, es decir, que a la creadora de Miss Marple y Hercule Poirot por encima de la calidad literaria o de contar una historia en sí lo que le preocupaba era el entretenimiento de sus lectores en ese juego, se trataba por tanto de tratar de averiguar quién era el malo. Otras de las autoras que nos cita en esta época dorada son Dorothy L. Sayers, Margery Allingham y Ngaio Marsh, todas absolutamente desconocidas para el que esto escribe (tal vez Sayers me suene de algo, aunque no sé muy bien de qué).
En este libro, del que sinceramente me esperaba bastante más, aunque no por ello se puede dejar de indicar que también se pueden aprender muchas cosas y obtener referencias de lectura, también vas a poder encontrar curiosidades acerca de la vida de algunos de los autores más famosos, como es el caso de Dashiell Hammett, autor, entre otras, de "El halcón maltés" personaje al que todos sin duda le ponemos la cara de Humprhey Bogart, que se dió a la "mala vida" en cuanto obtuvo su primer gran éxito o frases interesantes de análisis del género detectivesco, como la de la propia Dorothy L. Sayers cuando decía: "No alcanza -y en teoría no podrá alcanzar nunca- el nivel más excelso en
cuanto a literatura. Aunque trata sobre las más desmedidas
consecuencias de la ira, la envidia y la venganza, rara vez llega a las
alturas o las profundidades de la pasión humana. Se limita a
presentarnos un hecho consumado y contempla la muerte y la mutilación
con mirada desapasionada. No nos muestra el funcionamiento interno de la
mente del asesino; y no debe hacerlo, pues la identidad del mismo
permanece oculta hasta el final del libro" o esa otra de Evelyn Waugh que cuando le preguntaban por qué nunca describía lo que pensaban sus personajes respondía que no lo sabía, que él solo sabía lo que decían y hacían, ya que los detectives de la novela negra estadounidense no son introspectivos; la historia se narra a través de la acción y los diálogos".
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