viernes, 22 de mayo de 2015

ENMASCARADO (VIII). CAP 2: UNA DECISIÓN COMPLICADA




V

   El recuerdo de Itahisa le produjo un nuevo desasosiego. Ciertamente se sentía culpable de haber tirado la relación por la borda con sus múltiples infidelidades. Ahora era cuando entendía el malestar que la había causado. Ahora que se encontraba encima de un puente. Hasta entonces lo había considerado una minucia más dentro de lo que él siempre había considerado como una relación abierta y moderna de dos personas adultas. Sentía que a su atormentada cabeza Sinatra volvía una y otra vez, ahora para invitarle a lanzarse desde el puente recordándole la pérdida de su chica…


“[…] What now my love,
Now that you´ve left me,
How can I live
Love trough another day […] [1]






   Sentía como la extrema ambición que había mostrado por los negocios, por poseer cada vez más y más, por adquirir notoriedad, también la había tenido con las mujeres. Sí, había sido un auténtico cabrón, con todas las letras, C-A-B-R-Ó-N.

   Conoció a Itahisa de una forma accidental –nunca mejor dicho–. La joven tinerfeña había tenido un pequeño percance en carretera justo delante de las narices de Nico, que circulaba unas decenas de metros por detrás. Aquaplaning. Afortunadamente no le sucedió nada de importancia, sólo el susto, sin embargo requirió la ayuda que le ofertó Nico, más cuando su vehículo se había negado a arrancar de nuevo tras colisionar lateralmente contra un árbol. Era una noche muy fría y lluviosa por lo que aceptó esperar la llegada de la grúa en el interior del coche de Nico, perfectamente señalizado a un lado de la carretera. La verdad es que podía haber esperado en el interior del suyo, pero él la convenció para que no lo hiciera argumentando toda una serie de posibles hipótesis catastróficas entre las que estaba la explosión del motor por una posible e invisible combustión interior. Lo cierto es que él sabía que nada más pasaría en ese vehículo, pero había quedado prendado de la belleza de la chica, y entre risas –mientras el agua empezaba a hacer estragos– la persuadió para que le acompañase. La grúa tardó en llegar casi tres cuartos de hora, lo que permitió que ambos hablasen mucho y riesen en bastantes ocasiones. Habían congeniado. Nico era todo un experto en volver del revés una situación como aquella –un accidente– en algo especial. Cuando llegó la grúa ella lo tuvo claro desde el principio, prefería que fuese Nico quién la acompañase a casa en ese lujoso coche, que no ir montada en un grasiento camión con aquél gordo de mirada lasciva. El trayecto fue muy agradable para ambos. Al llegar se intercambiaron sus números de teléfono. Parecía que ahí iba a quedar todo, al menos de momento, sin embargo, Itahisa sorprendió al generoso gentleman que le había socorrido invitándole a subir a su piso a tomar una copa. Extrañamente no sucedió nada más. O sí. Algo se había movido en el interior de Nico…


“[…] You´re just too good to be true,
Can´t take my eyes off of you […] [2]




[1] […] Y ahora qué, amor mío, ahora que me dejaste. ¿Cómo puedo vivir un día más?[…] “What now my love”. Frank Sinatra.
[2] […]Eres demasiado buena para ser verdad, no puedo quitar mis ojos de ti […] “Can´t take my eyes off of you”. Frank Sinatra.



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