TÍTULO: El día que Blancanieves cogió su guitarra
AUTOR: Roberto Martínez Guzmán
AÑO: 2013
EDITORIAL: Amazon (ebook)
+ INFO: 2º libro del autor tras "Muerte sin resurrección"
La reseña que hoy traigo a "El último habitante de Tökland" es la de un libro la mar de curioso, un libro del que de alguna manera podría decir que me enamoré en cuanto tuve conocimiento del mismo, me enamoré de su título y sobre todo de su exquisita portada, por lo que no pude por menos que apuntar en mi memoria la fecha en la que salía a la venta y comprarlo.
Se trata de una recopilación de cuentos previamente publicados en 2010 por el autor, Roberto Martínez Guzmán, en un blog de temática musical "listamusical50.blogspot.com". El propio autor nos confiesa en su blog personal que la sección en la que comenzó a publicarlos pronto se convirtió en la más visitada del mismo y por eso, y por ser lo primero que escribió para ser leído por el público los tiene un especial cariño, lo que le ha llevado ahora a publicarlos todos juntos, reescritos y actualizados, aprovechando también él éxito conseguido en Amazon con su primera novela "Muerte sin resurrección" de la que en este blog también podéis leer una reseña.
Los cuentos, podríamos decir, tienen 3 características comunes: son adaptaciones libres de cuentos y fábulas de toda la vida, que todos hemos oído o cuando menos tenemos cierto conocimiento; están protagonizados por personajes del mundo de la música, de diferentes estilos y épocas, aunque principalmente son muy actuales; y son, como en la propia portada se dice, satíricos, siendo esta la razón principal para comprar o leer este libro, el humor, un humor sarcástico, ácido. No se trata de un libro con el que te vayas a carcajear, pero sin duda alguna vas a echar más de una, de dos y de tres sonrisitas y como prueba os dejo alguno de los títulos de los que se compone el mismo: "La presumida ratita Rihanna" donde se nos cuenta algunos de los caprichos de la "diva" caribeña; "Las aventuras y desventuras de los hermanos Enrique Hansel y Julio José Gretel" que visitarán la casa de la malvada bruja "Iglesias"; "La cigarra Spears y la hormiga Timberlake"; "El patito feo de O.T." protagonizada por Mai Meneses o "Caperucita Malú" donde nada más y nada menos nos encontraremos con el malvado lobo "Bosé", la abuelita "Sanz" y el leñador "Pacodelucía".
Como he leído en otra reseña de este libro, unos cuentos están más logrados que otros, pero supongo que eso pasa en cualquier libro de cuentos, y aquí debemos tener en cuenta lo dicho unas líneas más arriba, se trataba de lo primero escrito por el autor para ser leído, por lo que creo que todos podremos perdonar si no todos los cuentos tienen el mismo nivel.
Me he permitido el derecho de publicar aquí unos extractos de tres de los cuentos (espero que Roberto me perdone) para que os podáis hacer una idea de los que os podéis encontrar. Espero que os gusten.
En "La adolescente cenicienta Hanna" leemos:
- ¡Espejito, espejito,...! ¿Quién es el joven más hermoso del panorama musical actual?
Y entonces el espejo respondió:
- Justin Bieber es el mejor, el más hermoso y, por supuesto, el más deseado de la música actual.
De esta manera, al oír aquellas palabras, el imberbe Justin se quedaba satisfecho durante todo ese día, pues sabía que su parlanchín espejo siempre, siempre decía la verdad.
Pero el éxito de Hanna crecía sin parar al amparo del canal Disney, y un día ocurrió lo inevitable. El engreído Justin después de ducharse y arreglarse, confiado, le preguntó a su espejo como cada mañana:
-¡Espejito, espejito,...! ¿Quién es el joven más hermoso del mundo de la música?
Pero esta vez, el espejo respondió:
Señor, Justin Bieber ya es casi un dios...pero hoy, Hanna Montana es sin duda, la adolescente más admirada y deseada del mundo [...]
En "La presumida ratita Rihanna":
[...] Rihanna se fue convirtiendo en la soltera más deseada del panorama musical. Muchos cantantes famosos querían casarse con ella y algunos hasta se atrevían a pedirle solemnemente matrimonio, pero nuestra ratita, como era muy presumida y pensaba que se merecía a alguien muy especial, al mejor marido que pudiera existir en el mundo, no dudaba en poner déspotamente a prueba a cuanto pretendiente llamaba a su puerta.
Por eso, cuando llegó para cortejarla un gallo llamado Bisbal se acercó hasta ella y le dijo ilusionado:
- Ratita, ratita... tú que eres tan bonita y cantas tan bien, ¿te quieres casar conmigo?
- No sé, no sé, no sé, le respondió ella con cierta indiferencia, ¿tú, en nuestras noches de amor, cómo me cantarías?
Y el gallo, sin pensárselo dos veces, tomó aire y se arrancó a cantar con todas sus fuerzas:
- Bulería, bulería...
Rápido le cortó la ratita:
- Ay no, no, cállate, contigo no me casaré, me asustas... y cómo gritas... no te soporto [...]
Por último, y cambiando el registro, en "El egoísta gigante Michael Jackson":
[...] Cuando la primavera llegó, como cada año, toda la zona se pobló de nuevo de pájaros y flores. Sin embargo, la finca del egoísta Michael Jackson permanecía bajo el reinado del invierno. Como no había niños, los pájaros no cantaban y los árboles se olvidaron de florecer [...]
En la finca del egoísta gigante sólo se sentían a gusto Dña. Nieve y Dña. Escarcha. Dña. Nieve todos los días extendía sobre la tierra su gran manto blanco y Dña. Escarcha, por su parte, cubría de plata los árboles cada madrugada.
Se sentían tan cómodos en su nuevo hogar que enseguida invitaron a su triste amigo el Sr. Vientopolar para que pasara con ellos una temporada [...]
Y colorín, colorado, este post se ha acabado.