Aprovechando que es sábado de Carnaval, recupero un relato breve que hice para el taller de escritura. La propuesta era escribir algo inspirándonos en esta obra de Jessie Willcox Smith titulada "Abandonado".
Aquí estoy, abrumado por el sol, pensativo, meditabundo y sobre todo aburrido, agobiado por la soledad, esperando a que alguien pueda pasar por aquí y ayudarme a volver a algún lugar conocido, porque ¿se puede saber donde coños estoy exactamente? No recuerdo prácticamente nada. Me encuentro bajo un sol infernal, sin nada que ver en el horizonte, vestido de pirata, con unos pantalones la mar de anchos, un chaleco horrible y un pañuelo en la cabeza. ¡Ay, menos mal de este pañuelo, que al menos me ayuda a soportar un poco el calor y a que no me de una insolación! Llevo un par de pendientes en las orejas, por supuesto, de arilla. Siguiendo la tradición pirata, esto significa que he superado dos veces el Cabo de la Muerte, pero creo que no, que la única muerte que he superado, y para ello no he necesitado esta espada curva que aquí yace junto a mí, es la que anoche me podría haber sobrevenido con un coma etílico. ¡Dios, me bebí todo el ron de Las Vegas, me lo bebí absolutamente todo! El año que viene me olvidaré de esos tres cabrones y me disfrazaré de empanadilla.
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